El Ayuntamiento de San Roque (o los incompetentes municipales que nos cobran a todos por no saber gestionar lo público) ha rechazado docenas de solicitudes de ayudas públicas municipales al parecer por «trabajar en empresa o administración pública».
De la propia redacción de las bases ya podíamos suponer que quien la redactara no estaba muy bien ese día, pero llegar al punto de excluir a las familias más vulnerables por una absurda interpretación de sus propias normas es el colmo.
En concreto la polémica se centra en el art. 10 de las bases reguladoras, sobre incompatibilidad de las ayudas.
De esta redacción entendemos que los solicitantes pueden cobrar ayudas de sus empresas o terceros, «para la misma finalidad», es decir, dedicadas a los gastos de estudio, pero se exceptúan las personas trabajadoras en la administración o empresa pública.
Pero si lo interpretamos textualmente, una persona que no trabaje en una administración o empresa pública sí podría cobrar ayudas públicas al estudio de la Diputación Provincial, Mancomunidad, su Ayuntamiento y cualquier otra administración sin problema.
El Ayuntamiento de San Roque ha ido un paso más en su peculiar interpretación y ha dejado fuera, de facto, a cualquier persona que trabaje para administración o empresa pública alguna. No es necesario acreditar que se haya cobrado otra ayuda, simplemente si trabajas en una administración pública ya quedas excluido de estas ayudas municipales.
De esta forma las familias más vulnerables, sobre todo las que estaban aprovechando planes de empleo semestrales, quedan excluidas de las ayudas. No importa su nivel de renta, su situación familiar ni ningún otro indicativo, sólo que en el momento de la solicitud quizás se encontraran durante unos meses cobrando el mínimo que asignan en las bolsas de empleo de las empresas municipales.
De esta forma San Roque, una vez más, deja claro su desigual reparto de los fondos públicos, dejando libre la vía contencioso-administrativa si las personas afectadas quieren dejar clara esta discriminación.
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