Pese a que el gobierno lo niega, los residentes de los núcleos cercanos a urbanizaciones como Sotogrande o San Roque Club no dejan de enviar denuncias sobre reuniones e incluso fiestas que hacen los residentes o quienes durante estas fechas han llegado a la urbanización.
A nadie escapa que en estas fechas se está viendo mucha gente de fuera, como en tantas otras épocas del año, llegadas a sus segundas residencias o viviendas alquiladas para pasar las fiestas. Este año pese al estado de alarma no ha sido una excepción.
No parece importar la prohibición de desplazamiento, ni la prohibición de reuniones, porque en las selectas urbanizaciones de San Roque siguen viéndose casi con normalidad.
Esta misma tarde una vecina denunciaba cómo en los áticos de una urbanización cercana se reunían varias familias, se daban besos y abrazos, y «disfrutaban» del soleado día sin importar el confinamiento que siguen los demás vecinos.
Incluso hay quienes defendían esta actitud porque entienden que es su propiedad y pueden hacer lo que quieran (invitar a quien quiera también), y amenazaban con denunciar a quien publique imágenes.
O quienes defienden que un abrazo no significa que sean de fuera («no, claro, yo siempre los doy a mi familia al volver del baño» respondían otros), y por tanto ocho personas en una terraza dándose besos y abrazos cuando deberían llevar confinadas varias semanas es algo totalmente normal…
En otra urbanización cercana, San Roque Club, denuncian que el incremento de vehículos es espectacular, e incluso se hacen pequeñas fiestas entre varios aprovechando zonas comunes.
Pese a la falta de medios de los agentes de la autoridad, entendemos que en zonas como ésta en la que es de sobras conocido que no se están respetando las normas que todos debemos cumplir, deberían activarse medios como drones y comprobar el control de matrículas (Sotogrande las tiene en todas sus entradas) a fin de denunciar las familias que se han trasladado incumpliendo el estado de alarma, poniendo en riesgo a los demás, y demostrando una falta absoluta de respeto a los residentes de la zona.
Tanto por el control que se realiza en cada entrada de las urbanizaciones, como por las matrículas de los vehículos estacionados en los supermercados, es fácil comprobar cuáles son de la zona o cuáles están matriculados a cientos de kilómetros. De hecho hay municipios en los que la Policía Local denuncia directamente en la entrada de los supermercados a los que no residen habitualmente en el municipio.
Evidentemente nadie puede afirmar que la gente que se salta la cuarentena para ir al domicilio de su vecino sea de otras ciudades, que vengan de vacaciones, pero lo que sí es evidente es que están incumpliendo las normas, que cometen una infracción clara, y además faltan al respeto a los demás ciudadanos que cumplimos las normas por la seguridad de todos.
Una vez más, muchos vecinos son testigos de cómo unos cuantos sinvergüenzas se creen por encima de los demás. Desde SRV animamos a quienes sean testigos de estas actitudes que denuncien ante los agentes de la autoridad (Guardia Civil y Policía Local) sin publicarlo por redes sociales, ya que lo único que consiguen con eso es que huyan para evitar la sanción que podría caerles. Recordamos que si captan imágenes de estas infracciones pueden servir para denuncia ante la autoridad, pero no para difusión pública.
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